Aunque la Scala del Bovolo es uno de los edificios representativos de la ciudad, el palacio Contarini no es una de las visitas más frecuentes, al menos no es de las que uno se encuentra caminando por los lugares más turísticos de la ciudad. Hay que buscarlo, incluso diría que en algunos casos hay que rebuscarlo.

Scala Contarini en blanco y negro
De estilo renacentista, deja atrás el arraigado gótico en Venecia.

Famoso y reconocido por la espléndida escalera de caracol, acompañada de las arcadas que conectan cada uno de los pisos del palacio, se alza en un patio trasero del palacio.

Una vez llegado hasta aquí no cabe duda de que hay que subir, no deberíamos conformarnos con un vistazo exterior. Tan increíble por fuera como por dentro, al final de la escalinata aguardan unas maravillosas vistas de la ciudad de Venecia.

Interior de la Scala del Bovolo
Scala dal Bovolo, o lo que es lo mismo escalera de caracol.

Al fin y al cabo estas escaleras, en la parte trasera de un palacio, parecen revivir más la verdadera historia de fiestas y puertas ocultas que reconocemos de Venecia, y no las infinitas visitas a iglesias y palacios que son más la historia de las apariencias.

Vistas desde la Scala del Bovolo
Un sin número de pozos asoman en el pequeño jardín del palacio.
Campanile de Venecia visto desde la Scala del Bovolo
El Campanile asoma sobre los tejados de Venecia, que se contemplan desde la Scala.

Las imágenes que ilustran este artículo han sido tomadas utilizando un iPhone.