Este sentimiento, sin embargo, no me hace desdeñar los maravillosos atardeceres que ofrece Venecia, en especial aquellos que tan sólo pueden fotografiarse desde los lugares más altos de la ciudad.

Alturas desde las que contemplar Venecia cubriéndose de sombras, coronadas por intensos anaranjados. Monumentos gobernados por un horario que, a priori, no encontrarás abiertos antes del amanecer pero en los que disfrutarás de unas vistas únicas al atardecer.

El invierno es la mejor época para inmortalizar estos atardeceres. Son días en los que la puesta de sol llega con estos monumentos aún abiertos al público.

Durante ese periodo, desde mediado el otoño al inicio de la primavera, la puesta de sol en Venecia se produce antes de las 18:30, momento en el que es posible encontrar la mayoría de los monumentos abiertos. Entre abril y septiembre, con los días más largos y a pesar de las modificaciones en los horarios, la puesta de sol empieza a producirse con algunos de esos monumentos ya cerrados. No obstante, confirma los horarios cuando te plantees acudir.

Campanile de San Marcos

Scala Contarini del Bovolo

Campanile de Torcello

Altane, una vista sobre los tejados

Terraza Fondaco dei tedeschi

Campanile de San Giorgio Maggiore